Marketing de contenidos ¡Conectar con el consumidor!
05/10/2016Podemos hablar porque tenemos alguna cosa que decir o bien podemos hablar porque tenemos que decir alguna cosa. Para comunicarnos, hemos de hablar, pero hemos de ofrecer un mensaje claro y atractivo a las otras personas, para ser escuchados, pero sobre todo, entendidos.
Deberíamos ser unos buenos comunicadores tanto en nuestra vida diaria como en el terreno profesional y mejorar cómo nos comunicamos con gente de confianza, pero también - ¡lo más temido!- ante un público desconocido.
Deberíamos ser unos buenos comunicadores tanto en nuestra vida diaria como en el terreno profesional y mejorar cómo nos comunicamos con gente de confianza, pero también - ¡lo más temido!- ante un público desconocido.
¿Qué podemos hacer para comunicar a la vez que hablamos?
Las palabras han de transmitir nuestras ideas, y nuestros argumentos han de construir un discurso coherente, interesante y atractivo.
Pensemos en un buen principio: para conectar, de entrada, hemos de despertar el interés de nuestro auditorio y captarlo desde el inicio, ya que la primera impresión es importante (y dicen que es la que queda). Seamos empáticos y pensemos en los que nos escuchan: ¿Qué quieren oír y cómo lo quieren oír?
Centrémonos después en una idea y no nos alejemos de ella, cuidemos nuestro lenguaje y adaptemos el registro formal al contexto; y si hemos de proyectar transparencias, procuremos que no nos resten protagonismo, nos han de acompañar y ser solamente un complemento de lo que estamos exponiendo.
Los buenos comunicadores no piensan únicamente en el mensaje oral, sino que consideran que los lenguajes no verbal y para verbal son igual de importantes. Nuestra postura, nuestros gestos, la mirada... así como la entonación, la pronunciación o el volumen de nuestra voz... todo suma. Hemos de pensar en el fondo, pero también en la forma, ya que cómo lo decimos es tan importante como lo que decimos.