El debate es una modalidad de comunicación oral en la que dos o más personas exponen diferentes ideas sobre un mismo tema.
Para que exista un debate, es necesario que se encuentren
posiciones antagónicas (a favor/en contra) o diversas opiniones enfrentadas o divergentes.
Hay formas de debate reglamentadas, en las que personas o equipos exponen sus posiciones respecto a un tema previamente acordado. En los
debates organizados, además de los participantes, puede haber un
público y un moderador, que presenta la temática y va clarificando o resumiendo, y regula tiempos y turnos de las distintas intervenciones. Los participantes exponen sus argumentos posicionándose, y
se habrán documentado sobre la cuestión a debatir; además se pueden hacer
refutaciones a los argumentos presentados por la otra parte.
Los debates son enriquecedores tanto para los asistentes como para los participantes, ya que tienen un
formato dinámico que facilita el intercambio de ideas y lleva a la reflexión.
Con nuestra
experiencia como formadores en los talleres de oratoria Debat i Aprèn, dirigidos a alumnos y alumnas de ESO y Bachillerato, constatamos que este formato aporta muchas cosas positivas, - ¡a parte de enganchar a los alumnos, que se lo pasaban en grande argumentando sobre temas polémicos o actuales!-.
Participando en debates: analizamos y reflexionamos, nos documentamos sobre temas variados, mejoramos la expresión oral y corporal y la capacidad de escucha, trabajamos el pensamiento crítico, organizamos y estructuramos mejor las ideas, ofrecemos respuestas rápidas y adecuadas, superamos el miedo escénico y fortalecemos la autoestima porque ganamos seguridad y confianza.
Los debates se pueden poner en escena de diferentes maneras: el orador habla de pie desde un podio rodeado de público o puede estar sentado en una mesa redonda o en semicírculo. Gracias a los avances tecnológicos, actualmente también es posible
organizar debates por internet (chats, videoconferencias, foros...)
Normas y recomendaciones para hacer un buen debate:
Escuchar al interlocutor para poder intervenir de forma adecuada.
Tratar de convencer utilizando la
exposición, la argumentación y la persuasión.
Ser
breve, concreto y hablar claro. No hablar en exceso y evitar la reiteración y la monotonía.
Ser tolerante respecto a las diferentes opiniones.
No caer en
la burla ni en la falta de respeto.
Evitar
gritos e insultos.
Hablar con
seguridad y no tener miedo a las críticas.
No subestimar a los demás.
Conocer ampliamente
el tema tratadot.
Utilizar un
tono de voz y articulación correctos.
Cuidar
el vocabulario y el contenido para lograr precisión léxico-semántica y conectar con la audiencia.
Respetar los
tiempos de intervención para garantizar la equidad de todos los participantes.
No basarse en
falacias (argumentaciones insuficientes).